Plaza Slava de Iquique. Apellidos croatas grabados en el monumento principal
Para aquellos que no han tenido aun la suerte de conocer la hermosa ciudad de Iquique, en la costanera de ésta, cerca del balneario de Cavancha, está la Plaza Slava, la cual fue reinaugurada el 26 de enero de 2010. Reinaugurada, porque su construcción original data del año 1913, en que la colonia croata de esa época la donó como un homenaje a la independencia de chile. Una decisión de la alcaldía el año 1967 la demolió pero el empuje de nuestros condescendientes iquiqueños logró que se reconstruyera pudiéndose apreciar actualmente en todo su esplendor
IQUIQUE
En Iquique, una ciudad en la región de Tarapacá, los croatas empezaron a llegar en la segunda mitad del siglo XIX, porque en las proximidades se excavaba salitre. Los primeros en ser mencionados son los hermanos Buratović y Palaversić de la isla de Hvar, que no es típico para el Chile de Brac. En Iquique la comunidad croata es la más diversa. Allí, además de los habitantes de Hvar y Brac, hay gente de Komiza. La comunidad fue creada en la época del Imperio Austro-Húngaro, cuando a los croatas se les conocía por diversos nombres, como los austriacos o slavos. Este segundo nombre les gustaba más y la plaza grande en el paseo a lo largo de la costa se llama la Plaza Slava y la levantó la comunidad croata en 1910 para conmemorar el 100 aniversario de la independencia de Chile.

Cómo la Plaza Slava lucía inicialmente hasta hace poco solo se podía ver en las postales antiguas, ya que en 1967 fue demolida. La colonia croata decidió reconstruir la plaza y fue inaugurada oficialmente en 2010 en el 200 aniversario de la independencia de Chile. A continuación, la alcaldesa de Iquique Myrta Dubost, en presencia de muchos ciudadanos, agradeció a los croatas por una contribución tan grande a la ciudad, ya que la plaza era parte de su identidad. La reconstrucción de la plaza duró 12 años, y todo el proyecto se estima en 2 millones de dólares.
El empresario Hrvoje Ostojic, presidente del Club Croata, uno a quien más se le debe la reconstrucción de la plaza, también ofreció su discurso en la inauguración. Ostojic fue muy persistente en conseguir una placa de piedra de Pučišća de la isla de Brač, donde se diseñó la inscripción bilingüe. En eso trabajamos juntos y la placa fue transportada desde Zadar hasta Iquique en barco.